viernes, 23 de abril de 2010

Namibia

No fue hasta 1990 que Namibia se independizo de Sudafrica, por aquel entonces todavia bajo el regimen del apartheid. A sus 20 primaveras constituye una de las naciones mas jovenes del mundo. Y para tan temprana edad no lo esta haciendo nada mal. La fachada que presenta al mundo, o por lo menos a mi que soy un espectador agradecido, es la de un pais desarrollado. La primera sensacion al entrar en la capital es la de haberme teletransportado a otro continente. No se muy bien cual ya que las anchas avenidas de Windhoek, sobredimensionadas y llenas de grandes todo terrenos y pickups, son mas propias de los Estados Unidos, las iglesias, edificios historicos, asi como las inscripciones en aleman te hacen pensar que estas en Baviera o alrededores, en tanto que el predominio de rostros de color en las calles hace que te acabes de desorientar.



Hey mira una foto! No, no es Hamburgo (Windhoek, Namibia)


Atras quedaron las chozas de paja, los minibuses atiborrados, las multitudes ociosas abarrotando calles y plazas, mujeres en coloridos kitenges, hombres con americanas demasiado grandes y niños con camisetas raidas, los gritos de mzungu, mzungu al pasar por un mercado, niños corriendo saludando con la mano. Y la eterna imagen de esbeltas siluetas portando bultos en la cabeza recortadas contra un sol abrasador. Y las sonrisas. Sonrisas por doquier, sonrisas sinceras. A pesar de todo. La Africa de verdad. O mejor dicho la Africa arquetipica, la que esta en el imaginario popular, porque, quizas, Namibia es como Africa deberia de ser. Habra quien diga que no, que en el momento que Africa se llene de autopistas, gente en coches nuevos corriendo de la oficina al centro comercial a comprar pizzas precocinadas preocupados por la hipoteca; en ese momento Africa habra perdido su identidad, su alma. No creo que el africano tuviera ningun problema en decidir en que Africa quiere vivir.

Si bien las apariencias engañan, y ni yo soy Alicia, ni esto es el pais de las maravillas. A años luz de la mayoria de sus vecinos en cuanto a desarrollo, con Botswana haciendo de zona de transicion con el resto, Namibia sigue teniendo sus problemas. Ilze, una contable local descendiente de afrikaneers, negros y alemanes (en Namibia te encuentras toda la gama del blanco nuclear al negro carbon y, por primera vez, veo mestizos) me comenta que el paro es rampante (30%), el sida una plaga (15%) y la mitad de la poblacion de Windhoek vive en chabolas. Robert, un diseñador grafico zimbabuense, sin embargo, esta mas que contento de vivir en Namibia y destaca la ausencia de prejucios raciales.

Los bares de los alojamientos de backpackers pueden llegar a ser un poco agobiantes. En algunos parece que estes obligado a ser cool, sonreir y charlar con todo bicho viviente (u objeto inanimado si has tomado alguna de mas) y, la verdad, no siempre me apetece. O quizas me este haciendo viejo. Pero despues de 12 horas de viaje, no puedo evitar ir al bar a por una cerveza nada mas llegar al Cardboard Box Backpackers, que es donde me alejo. No habia acabado de pedir una jarra cuando veo a Charles, un chico frances y su novia sueca, Ellen, quienes ocupaban la tienda de campaña vecina a la mia en Maun, dos dias y mil kilometros mas atras. Despues de un voluntariado en Senegal se encuentran de vacaciones en la zona. Charles se compro un coche de segunda mano en Francia y condujo hasta Mali, donde vendio el coche por el doble, con lo que se pago las vacaciones (aparentemente hay una escasez de coches en Mali) y despues se fue a Senegal (Nota mental: coche segunda mano- Mali). Son una pareja muy agradable y quedamos en vernos mas adelante para compartir coche hasta Sossuvlei.

El dia siguiente lo dedico a pasear por la ciudad y, entre otras cosas, recorrerme las librerias en busca de libros sobre Africa. En los alojamientos de mochileros suele haber un servicio de intercambio de libros, coges un libro y dejas otro. Lo cual es una idea fabulosa pero, desafortunadamente, no suelen estar bien surtidos y la seleccion de libros es, en la mayoria de los casos, pauperrima. Habia confiado demasiado en utilizar este servicio y, hasta ahora, no habia podido encontrar buenas librerias.

Por la noche me voy a cenar al Joe's Beerhouse, toda una institucion en Windhoek, se trata de una cerveceria enorme repartida en varias cabañas con el techo de paja y patios intercalados, a rebosar de cachivaches, trastos y cacharros de todo tipo, y la mayor concentracion de botellas de Jagermeister fuera de la fabrica de Jagermeister (Jagermeister es un famoso licor aleman, para los que hayais visto la pelicula The Hangover -Resacon en Las Vegas en español- es lo que se beben en la azotea del hotel al principio de la noche, tambien es a lo que me suele oler el aliento despues de salir con mis compañeros de trabajo en Londres -todavia no he averiguado quien coño se dedica a pagar rondas de la mierda esta cada vez que salimos-), torres de Jagermeister que llegan al techo, paredes forradas de Jagermeister, racimos de Jagermeister colgando de las vigas, hileras interminables de Jagermeister... No puedo resistir la tentacion y pido un Bushman sosatie, un enorme pincho de carne de avestruz, cocodrilo, cebra y gacela regado con cerveza de trigo. Tras comer cual leon en el Serengeti me fui rodando y haciendo eses a dormir la mona(si, muy poco dignamente ¿que pasa?).

3 comentarios:

  1. Que no se diga que no sigo tu blog, mira, primer comentario de la entrada! Que bien escribes, si despues de la vuelta al mundo te me haces escritor...vaya pareja de artistas ;)
    Sigue poniendo fotos porfa

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  2. Pues como tenga tantos "millones y millones" de lectores como el blog creo que vas a tener que sacar muchas fotos para mantenerme. Contar ladrillos es mas rentable

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  3. ey ser¡¡¡

    ya me he hecho tu seguidora¡¡jeje

    No sabia yo, esa faceta tuya de escritor...me has dejado sorprendida¡

    sigue pasandolo tan bien, anda¡¡
    y pon fotos¡¡

    un besito

    PD: ( supongo q sabras que soy tu hermana...jeje)

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