martes, 29 de junio de 2010

Encuentros: Jane


Me encontre a Jane en Johnsons, una casa de huespedes de Allepey, puerta de entrada a los backwaters de Kerala, regentada por Johnson, un indio de barba pelirroja (muchos indios se tiñen el pelo con henna) y ojos despiertos. Johnson controlaba todos los rickshaw-wallahs de Allepey, de manera que, en el momento que un occidental sale de la estacion de trenes o autobuses de la ciudad es conducido invariablemente a Johnson's, donde le espera el taimado Johnson, quien, con su perfecto ingles, explica las ventajas de su alojamiento y que su barco-casa va a partir al dia siguiente con varios pasajeros y lo economico que resulta el unirse ya que se comparten gastos. Y la mayoria accede puesto que, aunque irritados al principio por haber sido llevados a un alojamiento distinto al solicitado, la estancia en barco-casa sale tremendamente barato en comparacion y la casa de huespedes no esta mal.



Los backwaters son el principal atractivo de Kerala, una enorme zona de lagunas y canales navegables entre palmeras y manglares. El pasar unos dias en un kettuvallam (barco-casa), construidos a la manera tradicional de los barcos arroceros de la zona, es de rigor.



Asi que eramos siete los que nos embarcamos en el kettuvallam: dos chicas de Londres que trabajaban en uno de los restaurantes 3 estrellas Michelin de Jamie Oliver (un cocinero estrella ingles, un autentico fenomeno mediatico que arrasa en el Reino Unido, los Estados Unidos y Australia), un tio muy majo de Birmingham, con un disco de tamaño considerable en el lobulo de la oreja a la manera maori (me llamo Neil pero llamame Justin -!?-), otro ingles de Liverpool, un curioso ejemplar de piel oscura, rasgos latinos, ojos azules y sempiterna sonrisa (no, no parecia ingles, mas que nada por la sonrisa), un canadiense con una extraordinaria habilidad para recalcar lo obvio cual Arquimedes saliendo de la bañera tras descubrir su famoso principio (Hey man! It's raining! cuando ya estabamos empapados, etc), Jane y yo.



Jane era una americana de Boston de padres koreanos, parlanchina, atenta y de buen corazon. Nos sorprendio a todos cuando en la primera comida en el barco, en el momento en que, armados con tenedores y cucharas, nos disponiamos a abalanzarnos sobre las viandas con intenciones nada amistosas (para las viandas), se puso a bendecir la mesa ante la mirada interrogante primero y el silencio respetuoso despues del resto. La bendicion no se limito a los alimentos, sino que se extendio al barco, a la tripulacion, a nosotros, a Kerala, a los indios, a los seres de dos patas en general, a los de cuatro y a un largo etcetera. Para cuando le pude hincar el diente al thali estaba ya a temperatura ambiente (unos 45 C, no problem).



Jane resulto ser una newborn christian, si bien no la tipica hillbilly del Midwest, habiendose criado budista en la costa este solo recientemente se habia convertido al cristianismo, abrazando su nueva religion con el celo y la efusividad tan caracteristicos de los newborn christians americanos. Jane hablaba de Jesus y de su relacion especial con el con una devocion y naturalidad con la que en España, curiosamente, siendo un pais tradicionalmente muy catolico, la considerariamos carne de psiquiatrico, diciendo cosas como "Jesus me habla...", "es mi mejor amigo...".


Llevaba seis meses viajando por la India. Por medio de su congregacion religiosa en Boston se habia ido a un campamento catolico en Hawai, donde habia recibido la "llamada" de la India, apuntandose a un ashram cristiano en Benares. Y si, tal cosa existe, por lo visto. Despues habia estado vagando por la India, cuya espiritualidad le viene como anillo al dedo, con estancias en ashrams varios haciendo meditacion y yoga.



Aquella tarde estabamos todos dispersados por la cubierta, tomando el sol y disfrutando del paisaje salpicado de palmeras, kettuvallams navegando perezosamente, caña de bambu y, todo hay que decirlo, basura aqui y alla (hey, es la India ¿que esperais?) cuando, repentinamente, empezo a soplar un fuerte viente, y el cielo se lleno de negros nubarrones. La tripulacion empezo a correr de manera frenetica por el barco, tratando de atracarlo a la orilla. Su panico, sinceramente, nos altero un poco. Segundos despues de estar amarrados se desato una violenta tormenta, pero nada que no hubiera visto antes. Unos dias despues me enteraria de que se trataba del ciclon Laila, o los restos de el, su furor se habia apaciguado al tocar la costa de Kerala y lo que veiamos eran sus ultimos coletazos. Justo al poner el pie en el anden de Allepey el dia anterior se habia puesto a diluviar, el perrete de Johnson, quizas temiendo que renunciaramos al viaje en kettuvallam, nos habia hecho creer que se trataba del monzon que hacia acto de presencia diez dias antes de lo previsto. Nos quedamos embelesados observando la furia de la tormenta y, una vez que iba amainando, seguimos por una hora callados, hipnotizados, viendo el agua caer.



Despues de la tormenta, Jane amenizo la tarde dandonos una clase de yoga, tras lo cual vino la retahila de bendiciones antes de la cena, tan larga como la de la comida (seguro que hay una formula mas practica como "por mi y por todos mis compañeros" o algo). Despues de la cena alguien saco una guitarra y los ingleses empezaron a cantar canciones que, en su mayoria, no conocia. Y mis solicitudes, extrañamente, caian en saco roto ante la excusa de que no se conocian las canciones. Porque, ¿quien no se conoce Mi gran noche de Raphael eh?



El rostro de Jane solo se ensombrecia cuando alguien le decia que no creia en dios (o Dios como querais) o al hablar de su inminente vuelta a su Boston natal. Las conversaciones con ella, tarde o temprano, acababan derivando a temas religiosos. Y cuando alguno de nosotros le contaba que era ateo, o agnostico, torcia el gesto, en una expresion entre incredulidad y pena, exteriorizando su tristeza al ver que no conociamos a Jesus, quien segun ella, residia en nuestros corazones y nos hablaba. La afliccion que le causaba al volver a casa era debida a una delicada situacion familiar. Su hermana tenia problemas mentales y estaba internada en un psiquiatrico. Es curioso, me contaba, como era ella, su hermana, la que le hablaba de Cristo, cuando Jane no era cristiana. Al parecer es una caracteristica muy comun en los que padecen su enfermedad mental el creer que tienen una relacion especial con dios. Me hablaba de la preocupacion de sus padres cuando ella les habla de Jesus, al ver los mismos sintomas que empezo teniendo su hermana, para terminar asegurandome: "Pero no se deberian preocupar, yo estoy bien, no estoy loca".

lunes, 28 de junio de 2010

En tierras de los sikhs: el templo de oro y la guerra de Gila (II)


Y a escasos kilometros de Amritsar y de su templo dorado, en Attari, donde se halla el unico cruce fronterizo por carretera entre la India y Pakistan, esos dos amiguetes, todos las tardes, poco antes del anochecer, tiene lugar uno de los espectaculos mas absurdos que se pueden contemplar sobre la faz de la tierra. Bueno, no he hecho ningun estudio detallado de espectaculos absurdos, pero es dificil imaginar una pantomima tan estrafalaria y ridicula como la ceremonia de cierre de frontera de Attari.

Pasen y vean:





El espectaculo se inicia con unos espontaneos que saltan al ruedo ondeando enormes banderas de la India corriendo de un lado para otro. Mas tarde, al son de la musica que sale de los altavoces un grupo de unos 50 espectadores comienza a improvisar un tipico baile de Bollywood. Un animador comienza a espolear a la multitud que enardecida grita "Hindustan zindabad" (larga vida a India) y otras consignas, gritos que son respondidos por la multitud pakistani al otro lado de la frontera.

La ceremonia en si comienza cuando un grupo de soldados de gran estatura (dos cabezas por encima de la media india), con gorros con forma de abanico o, quizas mas acertado, de cresta de gallo, bigotes victorianos y andares de niño cabreado salen a la palestra. Uno de ellos, de portentosos pulmones, suelta un grito interminable cuyo unico proposito parece ser demostrar que los indios tienen mayor capacidad pulmonar que los pakistanies, ya que la replica del otro lado del borde no se hace esperar. Le sigue un ir y venir de soldados afectados de un grotesco amaneramiento castrense, alguno de ellos tratando, de manera infructuosa, de autolesionarse dandose una patada a si mismo en la cara. La escena parece sacada del sketch de los Monty Python Ministry of Silly Walks.



En el lado pakistani, cual si de una coreografia se tratara, soldados con similares uniformes, crestas y bigotes efectuan, con parecida teatralidad, los mismos pasos extravagantes. En un momento dado los adversarios se encuentran frente a frente cual pavos reales haciendo su ritual de apareamiento tratando de impresionar a la hembra, poniendo en escena todo tipo de bravuconadas gestuales, enfrentandose gesticulando, compitiendo por ver quien es mas disparatado. Finalmente se arrian ambas banderas, se doblan, se guardan y los oficiales de ambos paises se dan rapidamente la mano y se cierra el porton.

¿Es el enemigo

El ambiente es festivo y la ceremonia es tan ridicula, tan surrealista, que resulta risible. Pero todo el asunto tiene su punto dramatico, no se muy bien el origen de la ceremonia, pero estos dos paises han estado a hostias desde su fundacion, 63 años atras, con 3 guerras a sus espaldas, enfrentamientos fronterizos continuos (el ultimo la semana pasada), el conflicto por Cachemira todavia abierto y acusaciones mutuas de injerencias en los asuntos del otro. Ambos cuentan, ademas, con un arsenal nuclear. No hay ninguna duda de que, sea cual sea el origen de la ceremonia, el proposito inicial no era hacer gracia. Todas las bravatas, la gesticulacion, la teatralidad, aunque primarios, se hacian si no se siguen haciendo todavia en la actualidad (no estoy muy seguro) con una seriedad tan comica como tragica. Me viene a la cabeza Gila y tambien el Dr Strangelove.

sábado, 26 de junio de 2010

En tierras de los sikhs: el templo de oro y la guerra de Gila

Tras descalzarme, lavarme los pies y las manos y cubrirme la cabeza vino el control de seguridad, realizado por dos tipos enormes con vestimenta morada, turbante azul, las barbas de rigor y lanza en ristre. Una vez dentro del recinto lo primero que se divisa, imposible no verlo, es el refulgente templo dorado reflejando los rayos del sol en medio del lago sagrado. Alrededor mio multitud de sikhs caen postrados al suelo, en actitud de adoracion, a la vista del templo. La panoramica es fenomenal, pero lo que a mi me fascina es el paisaje humano: corpulentos sikhs de ojos saltones, turbante y barbotas, guardas con tunicas de colores y largas lanzas, mujeres de coloridos saris, clerigos de barbas plateadas y blanca tunica. Incluso los pocos que llevamos un atuendo mas convencional (convencional desde mi punto de vista guiri) añadimos algo de color al panorama debido a los pañuelos naranjas con los que nos cubrimos la cabeza. Soy el unico occidental en toda la multitud.



El templo dorado en Amritsar, la capital del Punjab, es el lugar mas sagrado y centro de peregrinaje para los sikhs. La religion sikh fue fundada en el Punjab por Guru Nanak en el siglo XV y comenzo como una reaccion contra el sistema de castas y la dominacion de los brahmines. Se trata de una religion monoteista en la que se cree en la reencarnacion y en el karma, asi como en Khalsa, o la existencia de una raza de santos guerreros elegidos por dios sujetos a una estricta conducta moral, absteniendose de alcohol, tabaco y drogas (aunque he estado en sitios rodeado de sikhs bebiendo como cosacos y fumando como carreteros). Hay 5 emblemas que todo sikh ha de portar con orgullo: barba prominente y pelo largo(no, la cuenta de resultados de Gillette en el Punjab no debe ser demasiado boyante), peine, gayumbos sueltos (con lo que no me explico lo de los ojos saltones), sable y brazalete de oro. Ademas el turbante se convirtio en obligatorio algo mas tarde.



Los sikhs siempre han sido un pueblo de tradicion guerrera, naturaleza belicosa que esta en el corazon de su religion. Tras la guerra anglo-sikh a mediados del siglo XIX los ingleses quedaron tan impresionado por el comportamiento de sus adversarios que, una vez anexionado al Raj, el Punjab fue utilizado como centro de reclutamiento por los ingleses. Mucho mas corpulentos y altos que el resto de los indios la barba les da un aire fiero y el turbante les hace parecer mas altos de lo que son, no parecen tipos con los que quieras tener problemas. vamos Por una temporada habia estado saliendo con una chica de familia sikh en Londres, Sukhi, se me quitaron las pocas ganas que tenia de conocer al padre al verle en fotos: un tipo enorme de ojos de fuego, turbante y prominente barba portando un nada amistoso sable ceremonial.



La buena relacion entre ingleses y punjabis se termino abruptamente cuando tropas inglesas provocaron una masacre disparando de manera indiscriminada contra una multitud de hombres, mujeres y niños que se estaban protestando durante una protesta pacifica en Amritsar en 1919. Recuerdo ver el retrato de Udham Singh (un sikh que, 21 años mas tarde, en 1940, en Londres, asesino al gobernador ingles en el Punjab durante la masacre como venganza -http://en.wikipedia.org/wiki/Udham_Singh-) en el restaurante de la familia de Sukhi en Covent Garden, el retrato habia sido tomado dos dias antes del asesinato en el mismo restaurante, por aquel entonces una cafeteria.



Me paso un par de horas en las orillas del lago simplemente contemplando, fascinado, a la gente pasar. La naturaleza abierta de la religion sikh hace que todo el mundo sea bienvenido en sus templos, asi entre el bosque de barbas y turbantes, puedo ver unos cuantos musulmanes con taqiyah e hindus con talik en la frente. La cocina del templo sirve comidas gratuitas para todos los visitantes, unos 60,000 diarios, contando tambien con un albergue gratuito. Como en muchos otros sitios de la India se me acercan grupos de principalmente adolescentes pidiendome permiso para sacarme fotos. Un niño de unos 13 años con el ridiculo turbante con moño de los infantes sikhs se pone a hablar conmigo fascinado "You are white! like Batman and Superman!", me hace gracia, pero tras unos cinco minutos sin ya saber que hacer o donde mirar me alejo, me sigue y me da la mano, empiezo a mirar alrededor con cara de: "¿esto es de alguien?", tras media vuelta al ruedo alrededor del lago el niño tira de mi mano y me dice "I'm sorry I have to go", con los ojos humedecidos le veo marchar. Cuando se me aclara la vision me doy cuenta de que estoy entre un grupo de barbudos en paños menores que se estan dando un chapuzon en el lago. Huuuummmm, interesante, lago sagrado y piscina municipal, ademas como tienen turbante se ahorran el absurdo gorro de baño, esta gente es de un pragmatico...



La historia del Punjab en el siglo XX esta marcada por los horrores de la particion. La division de la India imperial entre un Pakistan musulman y una India hindu pillo al Punjab en el medio. Los musulmanes eran mayoria en el este y los hindus y sikhs en el oeste y el funcionario ingles al que le toco el marron de delimitar la division entre los dos paises, tirando lineas en el mapa sobre territorios que, en algunas ocasiones, ni conocia tenia que poner la dichosa raya en algun sitio. Como resultado millones de sikhs e hindus se vieron posicionados en el lado de Pakistan y millones de musulmanes en el lado indio. Debido al mal rollo entre ambas comunidades que siguio a la independencia, millones fueron obligados a abandonar sus ancestrales hogares y trasladarse al otro lado de la frontera. Se estima que 13 millones de personas se desplazaron durante la particion, en lo que se considera la mayor migracion de los tiempos modernos. Las matanzas y pogromos se hicieron frecuentes por ambas partes. Trenes cargados de refugiados sikhs e hindus eran parados antes de la frontera y sus ocupantes aniquilados, repitiendose escenas similares en el otro lado de la frontera. Cerca de un millon de personas murieron durante la particion.

Espero pacientemente la larga fila para entrar en el templo dorado, en el centro del lago, recubierto por unos 750 kilos de oro, en el interior un grupo de clerigos se hayan cantando textos sagrados sikhs. Me doy cuenta que el hipnotico canturreo que resuena en todo el recinto proviene de aqui. Me encuentro en el lugar mas sagrado para los sikhs, los fieles caen de rodillas y yo, totalmente fuera de lugar, me retiro discretamente.

(bueno, la guerra de Gila para otro dia...)